En toda la historia de la humanidad, los artes han sido un fiel reflejo de la época a la que pertenecían sus autores, relacionado el arte fraternalmente con el desarrollo del momento vivido Desde los cromañones pintando en las paredes de sus cuevas hasta las grandes obras del renacimiento el arte ha sido el caballo que tira del carro de la cultura. Pero en nuestros tiempos y más concretamente desde el inicio de la industrialización el arte ha tomado nuevas formas nunca antes vistas. Me refiero a que como ya he dicho antes el arte es un reflejo de su sociedad, con ello se ha de entender que es un reflejo de los medios de producción y de las clases dominantes, pues bien, nuestro sistema actual es el capitalismo, ¿Qué significa esto? Que el arte, será producido en serie para maximizar beneficio y que será un fiel reflejo del pensamiento de la clase dominante. Artes como la música y el cine han sido convertidos en productos de mercado, no estoy diciendo nada que no sepamos de hace tiempo, vemos como la música se vuelve cada vez más comercial, se busca en la creación de canciones mas el hecho de que sea pegadiza que no el arte de ella misma, o el cine, donde han llegado a un nivel tan falto de ideas y donde los actores cobran tales barbaridades que ya una película solo es buena si ha invertido mucho capital, ya que en el arte, triunfa quien se anuncia. Y como el arte cuesta tanto dinero en nuestros días, el arte se produce casi exclusivamente en el país que más representa el sistema capitalista, lo peor no es que casi toda la música y cine se haga en EEUU, si no que la producción en otros países se quiere ver reflejada en la manera de hacer norte-americana, llegando a que todo el arte lleva escrito en sus genes el pensamiento de la burguesía anglo-sajona, introduciéndonos una moral que no es la nuestra y que nos quiere vender un estilo de vida capitalista, y aquí es donde quiero llegar. Concentrándonos exclusivamente en la música, vemos que este noble arte es utilizado para vendernos cualquier cosa, una serie de sonido armónicos para nuestro cerebro es utilizado par subliminalmente hacernos ver lo que siempre hemos visto con nuevos ojos, con lo que la producción de música estadounidense se mezcla con anuncios de detergentes, televisores y distintos productos de grandes multinacionales, lo que hace que la música, poco a poco vaya muriendo en pro de un n uevo “arte” ,la música comercial, música fácil de recordar y que se engancha, cogido de la mano de un peligroso medio de control mental como son los anuncios, con el cine pasa parecido, los argumentos se repiten una y otra vez con pequeños cambios pero siempre vendiendo el estilo de vida “americano” de héroe, mujer subordinada Al que salva al mundo gracias al respaldo de la gran nación yankee. ¿Por qué todo? En mi opinión todo esto sustenta la sociedad, por que indirectamente sustenta el consumo, los anuncios nos han convencido durante generaciones que comprando ciertas cosas seremos más felices, en parte gracias a las grandes producciones musicales que ponen acompañándolos que hace más receptivo nuestro cerebro. No quiero llegar a ninguna conclusión o solución al problema, simplemente me apasiona analizar como el arte puede ser un arma de doble filo según quien lo controla, de un lado todo lo que nos da a todos, pero por el otro su eficacia como control de masas, patente en las modas donde no dejamos de ver tribus urbanas relacionadas totalmente con su estilo de música que a la larga provoca la inanición política y social de estos individuos, y este arma de doble filo es especialmente peligrosa en mano de la superpotencia, EEUU es un país déspota que controla hasta el último ser de este mundo, así que mi consejo es que penséis que estáis consumiendo, que os venden como arte, que aunque algo os guste sepáis ver todas sus caras. Como opinión final diré que creo que el arte se salvara en el momento que todas las partes del mundo tengan los mismos medios de producir arte. Un mundo donde cualquiera puede hacer una canción y esta pueda ser escuchada en cualquier parte del mundo producirá un arte mas avanzado que uno donde pocos directivos de grandiosas empresas distribuidoras deciden que se escucha y que no.
Pepe